Las Abuelas de Plaza de Mayo manifestamos nuestro más profundo dolor por la muerte de una de nuestras nietas, Virginia Ogando, quien buscaba a su hermano nacido durante el cautiverio de su madre. A través de estas líneas expresamos nuestro acompañamiento a la abuela de Virginia, Delia Giovanola de Califano, una de las doce fundadoras de la Asociación, y a toda su familia.
Se ilusionaba cada vez que tenía una pista sobre su hermano, lloraba cada vez que el resultado no era el esperado. Su temprana partida nos ha generado una impotencia infinita y una herida en el alma imposible de sanar. Los que pudieron conocer a Virginia seguramente volverán a recordarla con su cálida sonrisa, tan linda como la de su mamá Stella, y sus ojos hermosos como los de su papá Jorge. Nos queda, a todos y a todas, seguir con su búsqueda y cumplir con su deseo de encontrar a Martín.